jueves, 12 de octubre de 2017

Límites de placas


         Las placas litosféricas interaccionan entre sí; se mueven unas respecto a otras. Las principales interacciones entre las placas individuales se producen a lo largo de sus bordes o límites, los cuales se diferencian en función del tipo de movimiento que presentan. Existen tres tipos de límites:

Límite divergente (o límite constructivo): los bordes de las placas que están situados a lo largo de las crestas de las dorsales oceánicas (en su mayoría) y son llamados constructivos puesto a que generan nueva litosfera oceánica.



Los bordes divergentes también se denominan centros de expansión, porque en ellos se produce la expansión del fondo oceánico. Aquí, a medida que las placas se separan del eje de la dorsal, las fracturas creadas se llenan inmediatamente con roca fundida que asciende desde el manto caliente situado debajo. Este magma se enfría de una manera gradual, generando una roca dura y produciendo así nuevos fragmentos de fondo oceánico. De una manera continua, las placas adyacentes se separan y una nueva litosfera oceánica se forma entre ellas. Los bordes divergentes no están confinados al fondo oceánico sino que también pueden formarse sobre los continentes.

Límite convergente (o límite destructivo): es el borde de choque entre dos placas tectónicas. Para compensar la adición de litosfera recién creada (gracias a los límites divergentes) las porciones más antiguas de la litosfera oceánica descienden al manto a lo largo de los bordes convergentes. Dado que la litosfera se “destruye” en los bordes convergentes, éstos también se denominan bordes de placa destructivos.





Aparecen bordes de placa convergentes donde dos placas se mueven una hacia la otra y el movimiento se ajusta con el deslizamiento de una placa por debajo de la otra (subducción). A medida que dos placas van convergiendo lentamente, el borde frontal de una de ellas se dobla hacia abajo, permitiéndole deslizarse por debajo de la otra.         La expresión superficial producida por la placa descendente es una fosa submarina.

      Fosa Perú-Chile.

Los bordes convergentes también se denominan zonas de subducción porque son lugares donde la litosfera es subducida hacia la astenosfera. La subducción se produce porque la densidad de la placa litosférica descendente es mayor que la de la astenosfera subyacente. En general, la litosfera oceánica es más densa que la astenosfera subyacente, mientras que la litosfera continental es menos densa y resiste la subducción. Por consiguiente, es siempre la litosfera cubierta por corteza oceánica la que experimenta la subducción.

Según el tipo de placa implicado, se pueden distinguir tres clases de bordes convergentes:

×Convergencia oceánica-continental: Una placa con corteza oceánica colisiona con una placa con corteza continental la cual, al ser más ligera, "flota" sobre la oceánica, que subduce en el manto al ser más densa. Al alcanzar una profundidad de unos 100 km se desencadena la fusión parcial, que origina un flujo ascendente de magma (roca fundida) que origina plutones y volcanes que crecen sobre el continente. Se forman así arcos volcánicos continentales y grandes fosas oceánicas, ambos paralelos a la costa.



Este tipo de borde convergente es el que se da en la costa pacífica de América del Sur, donde la Placa de Nazca, totalmente oceánica, deriva hacia el este y colisiona con la Placa Sudamericana que deriva hacia el oeste; el magma ascendente ha formado la Cordillera de los Andes, con cientos de volcanes activos y una intensa actividad sísmica.




×Convergencia oceánica-oceánica: Cuando convergen dos placas oceánicas, una desciende por debajo de la otra, iniciando la actividad volcánica por el mismo mecanismo que actúa en un borde convergente oceánico-continental. El agua «expulsada» de la capa de litosfera oceánica subducente provoca la fusión en la cuña suprayacente de roca del manto.

De esta manera, los volcanes crecen desde el fondo oceánico antes que sobre una plataforma continental. Cuando la subducción se mantiene, acabará por construir cadenas de estructuras volcánicas que emergen como islas. Son ejemplos de archipiélagos originados así las Aleutianas, las islas Marianas, Tonga, Japón y las islas de la Sonda, y las fosas asociadas a ellos.

Islas Marianas

×Convergencia continental-continental: Cuando una placa oceánica en subducción contiene también litosfera continental, la subducción continuada acabará uniendo los dos bloques continentales que, dado que ambos flotan en la astenosfera, colisionarán.


Durante las colisiones continentales se han formado importantes sistemas montañosos, entre ellos Los Alpes, el Himalaya, los Apalaches y los Urales.
Los Alpes


         Límite transformante (o límite pasivo): en este tipo de borde las placas se desplazan una al lado de la otra sin producir ni destruir litósfera; es por ello que se le llama borde pasivo. Estas grandes fallas transformantes conectan los cinturones activos globales (bordes convergentes, bordes divergentes y otras fallas transformantes) en una red continua que divide la superficie externa de la tierra en varias placas rígidas.


La mayoría de las fallas transformantes une dos segmentos de una dorsal centrooceánica. Aquí, son parte de unas líneas prominentes de rotura en la corteza oceánica conocidas como zonas de fractura, que abarcan las fallas transformantes y sus extensiones inactivas en el interior de las placas.

Las fallas transformantes activas se encuentran sólo entre los dos segmentos desplazados de la dorsal. Aquí, el fondo oceánico producido en un segmento de la dorsal se desplaza en la dirección opuesta al fondo oceánico generado en el segmento opuesto. Entonces, entre los dos segmentos de la dorsal las dos placas adyacentes se están rozando conforme se desplazan a lo largo de la falla.

Otro papel de las fallas transformantes es proporcionar el medio mediante el cual la corteza oceánica creada en las crestas de la dorsal puede ser transportada a una zona de destrucción, las fosas submarinas. La falla transformante más conocida de este tipo es la falla de San Andrés, en California (EE. UU.).





Referencias: 



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