Las causas que producen el movimiento de las placas
litosféricas en nuestro planeta es una cuestión aun sin resolver, sin embargo,
la aceptación de la tectónica de placas no depende del conocimiento exacto de
que impulsa los movimientos de las placas.
En la superficie
terrestre se puede apreciar manifestaciones de energía interna de la Tierra. La
litosfera es dinámica, y es precisamente esa energía interna, distribuida de
una forma desigual, la responsable del movimiento de las placas que, a su vez,
causa los fenómenos apreciables externamente, de los más débiles a los más
espectaculares y destructivos. Se han propuesto tres modelos diferentes pero
ninguno puede explicar todos los principales aspecto de la tectónica de placas.
MODELO 1. CORRIENTES DE
CONVECCIÓN
Según este modelo, existe corrientes cíclicas en el manto,
formadas por materiales calientes que, al ser menos denso, asciende (corriente
ascendente) y que al enfriarse y aumentar su densidad, se hunde hacia zonas más
profundas (corrientes descendente).
MODELO 2. ARRASTRE DE
LAS PLACAS
Se basa en que la litosfera oceánica se enfría a medida que
se separa de la dorsal oceánica. En las dorsales, se forma la litosfera oceánica.
Inmediatamente después de formarse, el material que constituye la placa está
caliente. A medida que este material se aleja del dorsal, se enfría, y aumenta
su densidad. Cuando la densidad de la placa es mayor que la de la astenosfera,
aquella comienza a hundirse.
MODELO 3. EMPUJE DE LAS
PLACAS
La litosfera oceánica se forma en una zona elevada del fondo
marino, la dorsal oceánica (que, de hecho, es una cordillera). La diferencia de
altitud entre la dorsal y el lecho marino provoca que la placa se desplace a
favor de la gravedad, separándose de la dorsal. A su vez, la incorporación de
material procedente del manto para formar nueva litosfera oceánica ejerce un
efecto de empuje.
Para explicar el mecanismo del movimiento de las placas
litosféricas se han propuesto dos hipótesis.
Ø Hipótesis convectiva
Esta hipótesis se basa en el modelo 1 ya mencionado donde el
fluido de mayor temperatura, menos denso, asciende hacia zonas donde la
temperatura es menor enfriándose, con lo que su densidad aumenta y como
consecuencia desciende de nuevo. Los materiales calientes ascienden hasta la
base de la litosfera formando penachos calientes o plumas en algunos lugares.
Estos desprendimientos de calor dan lugar a la fragmentación de los
continentes, la salida de los materiales de astenosfera y, por último, la
expansión del fondo oceánico.
Ø Hipótesis basada en fuerzas en los
límites de placas
Una segunda hipótesis plantea que el movimiento de las placas
se debe a las fuerzas que ejercen en los límites entre éstas. Esta hipótesis
combina las ideas de dos modelos: el que justifica el movimiento de las placas
por el empuje de las dorsales y el que lo basa en el arrastre en zonas de
subducción. Así, la salida del material en una dorsal provoca un empuje que
causa el deslizamiento de las placas a ambos lados de la dorsal. Esta fuerza se
combina con lo que sucede en los bordes convergentes con subducción, donde el
peso de la lámina que subduce ejerce una fuerza de atracción que arrastra la
placa.
(Ninguna de estas hipótesis es plenamente satisfactoria, y se
admite que el movimiento de las placas puede ser una combinación de ambos).
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